En esta obra aparentemente sencilla, que despliega con elegancia y sutileza las más ocultas complicaciones humanas, donde la tragedia brota desde las primeras páginas sin que los personajes puedan sospecharlo, Mercedes Salisachs traza con gran habilidad una historia trágica y sorprendente en la que se narran los resortes vitales de los personajes.
El drama de una sociedad que ama sin creer en el amor, que busca sin saber dónde hallar: que, pretendiendo nutrirse de vida, va intoxicándose de muerte, y que, convencida de poseer la tierra, va construyendo a ciegas su propio infierno.
Finalista del IV Premio Planeta 1955.
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