Alejada de los escenarios más habituales en la obra anterior de Marguerite Duras, la acción de su último relato La lluvia de verano transcurre en la ciudad de Vitry, donde vive una familia de inmigrantes cautivadora en su pobreza: el padre, un obrero italiano enamorado de su esposa con la pasión del que vive obsesionado por un temido abandono; la madre, rodeada de un halo de misterio, ignorante de su poder de fascinación, ajena, animada por el recuerdo luminoso del amante de una noche en un país lejano; los hijos, seductores natos en su atractivo físico, en su libertad, en su clara inteligencia, y sobre todos ellos Ernesto, el hijo mayor, que en medio de una soledad sin recursos se levanta como el árbol que crece en un jardín desolado de Vitry, insólito en su belleza, sobre la aridez intelectualque le rodea, impulsado por un talento privilegiado desde el día en que aparece en su vida un pobre libro maltratrado en el que descubrirá el acceso al conocimiento, la brecha por la que cree llegar a una sabiduría liberadora. En La lluvia de verano Marguerite Duras vuelve al ambiente y los personajes de su película titulada Los niños, rodadaen 1984, para construir una conmovedora historia de amor y desesperanza en la que su personalísimo arte narrativo alcanza momentos de fulgurante belleza.
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