La idea de juntar su producción en una obra unitaria le vino a Balzac en 1834. En un primer momento quiso llamarla Estudios de costumbres del siglo XIX, correlato social de lo que había intentado Buffon en sus estudios sobre la Naturaleza. Estarían subdivididos en Escenas de la vida privada, Escenas de la vida de provincia y Escenas de la vida urbana, pero el propio autor se dio cuenta de inmediato de que su narrativa iba más allá de los aspectos descriptivos a que hacía alusión el título. De ahí que presentase un segundo grupo de obras bajo el título de Estudios filosóficos.
En 1842 unió estas dos líneas narrativas en una nueva idea, la de la Comedia, con una estructura piramidal. Primero, los cuadros de costumbres que se agruparían según los distintos estamentos sociales, y luego, ya en la cumbre, las novelas de intención claramente analítica. Como conjunto, la Comedia quedó inconclusa, con importantes lagunas en los apartados correspondientes a los estudios filosóficos y, sobre todo, a los analíticos. A pesar de ello, y en un corto espacio de tiempo, Balzac escribió entonces sus obras más representativas, como César Birotteau, Las ilusiones perdidas, La prima Bette, El primo Pons, con una premura plenamente justificada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario